Cuesta arriba

Comienza el tercer día de caminar solo. Ella recorre su camino que el tiempo cada vez aleja mas de mi. Yo intento caminar el mio que a cada paso desgarra mas mi corazón. Siento que cada minuto que pasa voy perdiendo el calor de sus abrazos, una sonrisa que mi tontera robo, una mirada que tanto me enamoro. Cada metro que se aleja de mi apaga mis luces, me somete a una soledad que mi corazón no soporta. El miedo se apodera de mi. Mientras mas oscuro se encuentra mi corazón mas pánico siento. Es doloroso saber que en tu corazón hay amor esperando por mi, saber que el mio desborda de amor solo por una sonrisa tuya y que terceros nos impidan estar juntos, nos impidan escribir nuestra historia tranquilos. Me siento como si me hubiesen amputado los brazos cuando estaba a punto de pintar mi obra máxima.

No puedo pedirle a ella que se juegue. Su pesar me dolería tanto como su ausencia y por lo menos en esta ultima su dolor solo lo sufre en el momento que me recuerda. 

Por momentos me surgen arranques de bronca que diseñan grandes planes manipuladores que nos permitirán posiblemente estar juntos, pero luego de que esa energía vuelve a su estado normal recuerdo que acepte su decisión y urdir este tipo de gestas solo despertaría su malestar, seria faltar a mi palabra y ofenderla.

En definitiva, comienzo este tercer día con total impotencia, sangrando por todos lados y amando con absoluto dolor..