Ocaso y amanecer





Vivimos en un mundo del egoísmo y la soberbia, de silencios y secretos, de malos entendidos y deficiencias de comunicación. Ya mi vida se acomoda y se reescribe en el cierre de una relación que no solo fue la mas importante hasta hoy sino que me dejo dos bellos hijos. 

Convivo con una muerte y un nacimiento en este momento. Es algo tan feo como maravilloso. 
Muere un novio, un compañero, un amigo, muere un esfuerzo por 3, muere la persona mas fuerte que conocí y nunca supe que podía lograr tanto, muere lo cotidiano, muere el ¨Todas las noches¨, muere la vigilia parental diaria.
Nace el vértigo de volver solo a casa, nace el dormir con angustia, el llegar al silencio con ecos de llaves y pasos cansados, nace el explorar el nuevo mundo mas viejo, nace el vivir desorientado sin hallarme padre fuera de la casa de mis hijos.

Estos hechos de la vida son tan jodidamente pesados, debo dejar de ser y tener actitudes de hombre de familia y dedicarme a mi, hace tanto que no me pongo en primer lugar que ya no se como se hace...

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